jueves, 1 de agosto de 2013

Magia en El Señor de los Anillos.

- No puedes pasar. Soy un servidor del Fuego Secreto, que es dueño de la llama de Anor.
- No puedes pasar. El fuego oscuro no te servirá de nada, llama de Udún. ¡Vuelve a la Sombra!
- No puedes pasar.
(Enfrentamiento entre Gandalf y el balrog en el puente de Khazad-Dûm).
“El Señor de los Anillos”

Tolkien completó el Señor de los Anillos a los sesenta y tres años, o lo que es lo mismo, aproximadamente en el año 1954. No es una década cualquiera en la historia, pues desde una perspectiva astrológica estaríamos justo ante el final de la Era de Piscis y el comienzo de la de Acuario.
Los que de esto entienden postulan que Acuario traerá profundas modificaciones en los campos de interés del ser humano señalando, entre otros, una progresiva inclinación hacia la magia y las ciencias ocultas. Y no deben andar muy desencaminados estos enfoques, cuando vemos que las generaciones más jóvenes devoran con pasión los libros de Harry Potter o rinden culto a la obra de Tolkien, especialmente al Señor de los Anillos.
Cuando se le preguntó por su concepto de magia, Tolkien no dudó en señalarla como un método para acelerar el proceso entre la concepción de un pensamiento y su realización; definición que nos pondría enfrente de uno de los más grandes dramas de la evolución humana.
En principio el proceso es simple y fácil de ejemplificar: el ser humano primero proyecta hacer algo; después busca los materiales para realizarlo y finalmente se pone en marcha y lo ejecuta. Cuanto más se parece la obra realizada a la idea que éste tenía en su mente, mayor es el nivel de perfección de la misma. La tragedia estaría en la gran cantidad de sueños que el hombre podría desarrollar en su imaginación y las pocas veces que éstos serían realizados en la práctica, llegando de esta suerte a conformar auténticos cementerios de proyectos sin hacer. ¡Tal vez sería mejor "matarlos" cuando están naciendo a dejar que se manifiesten para después terminar pudriéndose en nuestro interior!
La capacidad mágica vendría de un poder inherente que existiría dentro del individuo y desde este punto de vista  es curioso que en su obra,  la raza de los hombres no tiene ese tipo de poder. Sí existe la posibilidad de hacer objetos mágicos (espadas, anillos, palantari,...), pero eso sería hechicería y respondería más bien a un saber de tipo técnico, es decir, un conocimiento conseguido a través del estudio. La magia en el Señor de los Anillos la vemos reflejada en la creación espontánea de fuego, las canciones de poder, las palabras de mando, las curaciones milagrosas,...
La característica fundamental de la magia es que ésta se pondría en marcha por medio de la palabra. Recordemos al respecto como la creación se presenta en muchos textos religiosos como elaborada a través y desde la palabra de Dios (En el principio fue el verbo...). Y también este enfoque es muy digno de tener en consideración, pues nos muestra el tremendo poder de la palabra humana tanto para el bien como para el mal. Tal vez nos falte capacidad mágica por la gran cantidad de palabras vanas o lo que es aún peor, malvadas, que continuamente estamos proyectando a nuestro alrededor. Una perversa forma de contaminación, mucho más grave sin duda que otras sobre las que estamos poniendo el acento e intentando con mayor o menor acierto, poner remedio. ¡En verdad, no hay mayor peligro que aquel que pensamos que no existe!
Como todo en este Universo es de naturaleza dual, Tolkien nos habla de la existencia de dos tipos de magia: una blanca y otra negra. La principal diferencia entre ambas estaría en que mientras la primera sería "artística", es decir, hecha con el propósito de crear o preservar la belleza, la segunda sería egoísta y estaría destinada a dominar, a controlar la voluntad de los demás para manipularles y esclavizarles.
Dicen que en el siglo V  a.d.C. el sabio Pitágoras fundó en una localidad llamada Crotona, una excepcional escuela de formación cuyo legado ha llegado fragmentado hasta nuestros días, en campos tan distantes como la moral, la música y las matemáticas. Las pruebas para entrar eran al parecer muy exigentes y se cuenta además que el candidato admitido pasaba a un período llamado acusmático, por el cual debía mantener el voto de silencio durante un período que oscilaba... ¡entre los tres y los cinco años!

Tal vez debamos reflexionar un poco sobre el poder de la palabra....


Manuel Ures, Ldo. en Filosofía

1 comentario:

  1. Muy buen artículo, sería genial que de verdad el camino para la magia fuera la palabra, la verdad es que en El Señor de los Anillos, el mejor personaje es Gandalf, vi en las películas online la de Las Dos Torres y es mi favorita porque Gandalf regresa, me gusta mucho eso porque en la primera piensas que ya no va a volver.

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